Era la hora del telediario y había que empezar a silenciar la casa. Todos en torno a la mesa y la tele. Si ocurría algo inesperado ya te perdías las noticias. Me vienen recuerdos de la infancia sobre cómo la televisión marcaba los tiempos familiares y había que dejarlo todo para no perderse los programas. Ahora, gracias a Internet y la apuesta que hacen las empresas, incluída RTVE, no sólo no tenemos por qué perdernos algún programa si el trabajo o las circunstancias personales así lo dictan, sino que además podemos retroceder en el tiempo y revivir emociones.
Es el caso que nos ocupa en esta entrada. La gran suerte de poder degustar la entrega de los premios planeta gracias a las TIC. Un ordenador conectado a Internet es todo lo necesario para asistir a la entrega de los diferentes premios Cervantes en el Aula Magna de la Universidad de Alcalá de Henares, unos años atrás.
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